Endoscopía y colonoscopía: claves para el cuidado digestivo

La endoscopia y la colonoscopía son exámenes clave para detectar a tiempo enfermedades del sistema digestivo. En Clínica Atacama te explicamos cómo prepararte y cuándo realizarlos.

Detectar a tiempo puede marcar la diferencia. La endoscopia y la colonoscopía no solo permiten diagnosticar enfermedades digestivas, sino también prevenirlas. Gracias a estos procedimientos mínimamente invasivos, es posible observar directamente el interior del sistema digestivo, detectar anomalías y actuar con anticipación.

¿Qué es una endoscopía digestiva?

La endoscopia digestiva es un procedimiento médico que permite examinar el esófago, estómago y duodeno mediante un tubo flexible con una cámara. Se utiliza principalmente para investigar síntomas como dolor abdominal persistente, acidez intensa, náuseas, vómitos o dificultad para tragar.

En muchos casos, este examen de endoscopía permite diagnosticar gastritis, úlceras o incluso lesiones precancerosas. Además, puede realizarse con sedación, lo que lo convierte en un procedimiento cómodo y seguro para el paciente.

Colonoscopía o colonoscopía larga: ¿en qué se diferencian?

La opción estándar es un procedimiento que permite examinar el colon (intestino grueso) mediante un colonoscopio. Se trata de un tubo delgado y flexible con una cámara que logra detectar pólipos, inflamaciones o signos de cáncer colorrectal.

En cambio, la colonoscopía larga, también conocida como colonoscopía total con ileoscopía, se extiende más allá del colon, llegando hasta la última parte del intestino delgado (íleon terminal). Se indica en casos donde se sospechan enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn. También para evaluar hemorragias de origen desconocido que podrían estar más allá del colon.

Ambas son valiosas, pero su indicación depende del motivo clínico y la extensión requerida para el diagnóstico.

Preparación para una colonoscopía: clave para un examen exitoso

Independiente del tipo, una buena preparación para colonoscopía es esencial. Esto incluye una dieta líquida los días previos y la ingesta de laxantes según indicaciones médicas. Una limpieza intestinal adecuada garantiza la visualización completa de las paredes intestinales y mejora la precisión diagnóstica.

En Clínica Atacama te entregamos un protocolo claro y acompañamiento antes del examen para que todo el proceso sea seguro y tranquilo.

Beneficios de estos exámenes: prevención y diagnóstico temprano

La detección temprana puede prevenir enfermedades graves. Tanto la endoscopía digestiva como las distintas formas de colonoscopía permiten detectar alteraciones antes de que se desarrollen síntomas graves.

Ambos exámenes pueden incluso incluir intervenciones mínimas, como la toma de biopsias o la resección de pólipos, evitando cirugías más complejas a futuro.

¿Cuándo consultar con un especialista?

Recomendamos consultar si:

  • Presentas síntomas digestivos persistentes como dolor, hinchazón o sangrado.
  • Tienes antecedentes familiares de cáncer gástrico o colorrectal.
  • Tienes más de 45 años (edad sugerida para realizar una colonoscopía preventiva).
  • Has sido diagnosticado con anemia o enfermedades inflamatorias del intestino.

El equipo médico de Clínica Atacama evaluará tu caso y te orientará sobre qué necesitas puntualmente. Si una endoscopia digestiva, una colonoscopía estándar o una colonoscopía larga, en base a tus síntomas y antecedentes clínicos.